viernes, abril 28, 2006

vuelta al punto de partida

Último día en la Torre blanca, compañera y complice estos últimos cuatro meses. En ella se quedan los momentos de agobio y de no hacer nada, las nuevas amistades y las que ya tenía, horas de pensar, de escuchar música, de hablar, de tomar cafés y cola-cao, navegar por internet, escribir... días soleados y lluviosos, sandwiches caseros y frapiccinos en el sturbucks de orense... hoy se quedan atrás el traje, la corbata, los zapatos de tacón, el cercanías, la planta 34 y la 37, el ordenador de trabajo y la tarjeta magnética. Se queda atrás todo aquello que empezó en enero para volver al punto de partida, cambio las memorias timbradas por los folios blancos, los bolis sobre la mesa y la cafetería de la Autónoma.
Se acabó el ceder mi tiempo para hacerme dueña de él, de nuevo las clases, la comida de casa y las siestas...en un tiempo de vuelta a la 24 horas y no se a que más, a las caras de la gente de clase y de los profesores, el crujido de la tripa al rededor de las dos y el parking de la UAM.